Boss era el elegido de la camada. Tenía algo especial que le hacía destacar sobre todos sus hermanos, a pesar del nivel de todos ellos. En su primera y única media veda, mis sospechas se confirmaron, podía ser uno de los grandes. Antes de abrir la general 06/07, se partió un dedo en una salida al campo. Estuvo toda la general de baja. Sólo pudo salir un par de días ya en enero.
Era digno de ver la clase que tenía. Un recorrido amplio, vientos prodigiosos y una pasión desbordante.
A finales de Enero, sin saber el por qué, empezó a decaer. Después de mil pruebas, sin resultado alguno, murió el 5 de marzo de 2007. La rabia que me corrió por dentro sólo la sé yo (quizás él lo sospechaba). Lo tenía todo para ser un perro de élite, él y yo lo sabíamos, pero “algo”, no le permitió demostrarlo.
