PRESENTACIÓN

Desde que recuerdo me ha apasionado la naturaleza, el campo y sus dispares habitantes. Siempre he estado vinculado a este entorno de una manera íntima y desde hace tiempo, soy consciente de que sin esa estrecha relación con ese otro mundo, uno de mis yos se encuentra vacío, sin ilusiones, perdido…

A los catorce años llegó a casa mi primer Deutsch Kurzhaar, fué entonces cuando comencé a sentirme realmente cazador y, al mismo tiempo, los bracos alemanes formaron parte de mi día a día. He pasado muchas horas con esta raza y ya son unos cuantos ejemplares con los que he compartido todo tipo de experiencias, desde las más duras a las más placenteras y gratificantes, pero todas ellas inolvidables.

Cazo por y para ellos, de otro modo mis manos dejarían de empuñar cada fin de semana un arma. Lo poco que se lo he aprendido a su lado, en el monte, callados, trabajando siempre en equipo. Observando y analizando hemos ido creciendo juntos porque a diferencia de la mayoría del gremio, me tocó ser autodidacta, aunque sin darme cuenta, ellos se convirtieron en mis mejores maestros.

Me hechizan y me hacen levitar, no lo escondo. Me emociona verlos errar y evolucionar. Aprendo a escuchar si me miran o resucito cuando respiran rebosantes de vida. Disfruto intentando sacar todo lo que llevan dentro. Agonizo abriéndome paso entre la maleza para no quedarme descolgado, al igual que ansío el siguiente frenazo en seco como si fuera la primera vez. Me sobrecogen los segundos previos al intuir el cobro y enmudezco cuando crean belleza y arte en la inmensidad del silencio. De su mano acaricio la libertad aun estando en manada, y el aire me sabe a cumbre, como la piel huele a jara, si al otro lado del barranco, se esconde la quebrada.

No son meras casualidades, a veces sucede si van conmigo y ante esto no puedo negar nada. Por eso, mientras sigan regalándome recuerdos eternos, no puedo dejar de seguir sus pasos, porque a su lado, aunque no quisiera, siento que soy cazador y cuando rompo monte, si ellos son mis flancos, no necesito nada más.

bracos alemanes bonviedro

Bienvenid@s al principio del final, bienvenidos al pequeño gran mundo de los Bracos Alemanes de la Ron Bonviedro.

LOS PROTAGONISTAS

Nuestros perros son por encima de todo cazadores aunque no por ello dejamos de lado el aspecto morfológico. Nunca tenemos más ejemplares de los que podemos cazar de continuo. Durante toda su vida sólo entran en contacto con caza salvaje. Cazan todo tipo de especies a gran nivel (liebre, conejo, caza mayor, acuáticas) aunque dedicamos más tiempo a codornices, perdices y becadas.

Los adiestro y entreno desde cachorros con nuestro propio método con el último fin de conseguir sacar todo el potencial que cada ejemplar lleva dentro. En este sentido soy un poco purista. Evito al máximo métodos agresivos para las correcciones, tampoco utilizo caza de granja. Las dos primeras temporadas la libertad predomina en cada una de las numerosas salidas que realizamos al campo. Así permito a cada ejemplar que desarrolle (y al mismo tiempo me muestre) todo su potencial, sus puntos fuertes y los que no lo son tanto. El objetivo primordial durante esta etapa es ofrecerles mucho monte y posibilidades de que entren en contacto con caza salvaje. Mientras tanto, vamos puliendo detalles y les permitimos que vayan asimilando – siempre mediante refuerzos positivos – el adiestramiento básico, vital para futuras jornadas de caza.

Pasada esta etapa, una vez que tienen asentado todo el adiestramiento y han experimentado todo tipo de situaciones en el campo por si mismos, empiezo a recortarlos y corregirlos de una manera más rigurosa. Al final de este largo y a veces difícil proceso, casi siempre he tenido la suerte y el honor de ir por detrás de un perro con energía que transmite con descaro, independiente y con iniciativa propia, de recorrido amplio y búsqueda condicionada al medio, pero a la vez cómplice con el conductor, consciente de que sin él no conseguirá su propósito y sabedor de quién es el líder, pero convencido, al mismo tiempo, de su papel protagonista y consciente de que su labor es imprescindible.

bracos alemanes

ASÍ CAZAMOS

Prácticamente todas las jornadas cazo sólo y con un perro. Así es cómo más disfruto, cazando de tú a tú, siendo lo más honesto y respetuoso con los rivales que persigo, buscando la dificultad máxima que nos haga superarnos cada día. De este modo estamos obligados a ser muy completos y a exprimirnos al máximo continuamente si queremos crear al menos alguna oportunidad.

Podría jugar con mucha más ventaja pero detesto las encerronas y los lances poco éticos. Soy consciente de que muchas veces voy a perder jugando con estas reglas impuestas desde el convencimiento pero no persigo ni números ni resultados; lo que se olvida no me importa y me inquieta menos aún. Sólo anhelo el sabor indescriptible del lance trabajado y sufrido, comandado por la estrategia y el conocimiento, con el perro soberbio dictando sentencia, que la calidad inunde los trazos y el recuerdo riegue para siempre mi alma.

ZONAS DE CAZA

La mayoría de nuestras jornadas transcurren en las incomparables Arribes del Duero, un marco singular, de terrenos abruptos y paisajes sobrecogedores dónde la reina sigue siendo la perdiz roja. El acotado de Hinojosa de Duero cuenta con unas nueve mil hectáreas de variados ecosistemas, desde zonas adehesadas y paramos despejados a las más intransitables arribes pasando por zonas de orografías varias con más o menos cobertura, diversidad vegetal y geomorfológica.

Por lo general son terrenos abruptos, con grandes desniveles y mucha defensa para la caza, exigentes en todos los aspectos y dónde el perro – en especial si se caza con una sola escopeta como lo hacemos nosotros – es el que marca completamente las diferencias.

A pesar de que no cuenta con unas densidades elevadas, tenemos el privilegio de saber que nos enfrentamos a caza salvaje que no conoce hibridación alguna. La variedad en cuanto a especies es amplia, pudiendo disfrutar de prácticamente todas las especies de caza menor, desde codornices, torcaces y tórtolas durante la media veda, a perdices, becadas, liebres o conejos en la general, dependiendo de las épocas y zonas por la que te decantes.

El rigor de los diferentes parajes, unido la escasez de caza y su bravura, hace que este sea un acotado que pone a cada uno en su lugar, pudiendo llegar hasta el agotamiento y la desesperación más profunda o consiguiendo disfrutar de temporadas realmente gratificantes, llenas de lances meritorios y rebosantes de calidad. Todos los condicionantes anteriormente citados hacen de estos campos un lugar idílico para saber realmente cual es el nivel de un perro. Conseguir que un perro llegue a la excelencia cazando aquí es de todo menos sencillo, por eso considero que los pocos que lo consiguen no pueden aspirar a más. Quizás pueda haber un techo igual de alto que este pero estoy convencido de que no puede haber ninguno que lo supere.

Nuestra segunda morada se encuentra entorno a la finca de Mirando de Pericalvo, también situada en la provincia de Salamanca y dónde mis abuelos cuentan con una finca donde podemos disfrutar con nuestros perros cuando lo creemos conveniente. Estos terrenos nada tienen que ver con los del acotado anterior, aquí predominan las grandes extensiones con terrenos despejados y llanos, barbechos, sembrados y rastrojos, con algunas zonas adehesadas intercaladas entre medias y zonas de ribera con charcas salteadas.

Son parajes fáciles de andar y aunque quizás no tengan un encanto especial, se antojan ideales para intercalar de vez en cuando con escenarios más duros y sufridos, entrenar con los perros – especialmente en agua – y por qué no, para disfrutar algunos días de media veda con alguna buena tirada a tórtolas y palomas en los girasoles o durante la general con liebres, conejos y acuáticas básicamente.

Gracias a todo esto, nuestros perros están obligados a cazar todo tipo de especies y terrenos y eso hace que su capacidad de adaptación y polivalencia sea una realidad derivada de la necesidad, convirtiéndoles, con el paso del tiempo, en cazadores realmente completos.

bracos alemanes

INSTALACIONES

Tenemos la suerte de contar con unas instalaciones paradisíacas donde nuestros ejemplares viven como auténticos reyes y nuestros cachorros pueden desarrollarse de la mejor de las maneras. Un jardín de dos mil metros cuadrados está a su entera disposición, contando además con dos amplios compartimentos en su interior que se pueden convertir en cuatro y un recinto completamente acondicionado, aislado del exterior y con todo lujo de detalles donde llevar a cabo las camadas, o cualquier otro asunto importante que lo requiera, en las mejores condiciones posibles.

Estamos seguros de que el medio en el que se desarrollan los cachorros marca en gran medida su carácter y capacidades futuras. En este sentido, aquí encuentran el que creemos es el entorno ideal para crecer fuertes y libres y que paralelamente, sus instintos naturales empiecen a despertar a temprana edad. Por nuestra experiencia sabemos que la diferencia entre una camada que crece en un entorno como este u otro cualquiera puede ser abrumadora, tanto en el aspecto físico como mental.

bracos alemanes de la ron bonviedro

FILOSOFÍA DE CRÍA

Criamos por afición y con la ilusión de obtener perros de calidad por y para cazadores, con suficiente potencial para dar grandes alegrías y regalar instantes imborrables a sus futuros propietarios. Para nosotros no hay mayor satisfacción que escuchar una voz entrecortada y emocionada al narrar la última hazaña de aquel cachorro que salió una mañana de nuestra casa.

Sólo realizamos camadas con aquellos ejemplares que nos hayan demostrados con creces sus cualidades venatorias, en momentos concretos y puntuales pero siempre con el convencimiento de que podemos conseguir algo especial. Para ello analizamos minuciosamente las cualidades de los progenitores, carácter, morfología, debilidades, fortalezas y genética, hasta encontrar la opción que nos haga esbozar una sonrisa de entusiasmo.

Cuando damos el paso, todo el proceso lo realizamos de manera profesional, no escatimando en ningún tipo de recurso y cuidando hasta el último detalle para mantener los más altos standards. Hasta que están en casa tratamos a cada uno de los cachorros como si fueran a quedarse a nuestro lado para siempre, alimentación, higiene, sociabilización, actividad física… siempre lo mejor pensando en ellos, porque verdaderamente creemos que esta es la base para conseguir que cada cachorro que nos dice adiós, se convierta en un futuro, en la joya más preciada para cada propietario. Todo esto requiere sacrificio, tiempo y esfuerzo por nuestra parte pero estamos absolutamente comprometidos por la causa y el resultado final siempre ha merecido la pena.

Una vez que cada cachorro sale de nuestras vidas, nos ponemos a disposición de cada uno de los propietarios para poder asesorar o aconsejar respecto a cualquier duda o asunto dentro de nuestra humilde experiencia y además, le damos la oportunidad, si así lo desea, de cederle un apartado en nuestra web para que pueda mostrar y dar a conocer a su perro.

Bracos alemanes hay muchos, mediocres, buenos, excelentes… seguir los pasos de un Braco Alemán de La Ron Bonviedro es simplemente un antes y un después, algo exclusivo, mágico y diferente.

bracos alemanes

Muchas gracias por compartir tu tiempo con nosotros y ojalá disfrutes con lo que hacemos.

¡Síguenos!